La segunda jornada de Lollapalooza Chile 2025 llegó a su punto culminante con una presentación magistral de Justin Timberlake en el Cenco Malls Stage. El ícono del pop y R&B se encargó de cerrar la noche con un show espectacular, que dejó al público completamente eufórico. Con un repertorio que abarcó toda su carrera, una puesta en escena impecable y su inconfundible carisma, Timberlake reafirmó por qué sigue siendo una de las estrellas más grandes de la industria musical.
Desde el primer acorde, el cantante estadounidense mostró su dominio absoluto del escenario. La noche comenzó con la emotiva “Mirrors”, un arranque inesperado que de inmediato puso a la audiencia a cantar a todo pulmón. El estadounidense, entregó una interpretación apasionada que dejó sin aliento a los asistentes. Sin dar tregua, siguió con “Cry Me a River”, donde su voz se fundió con una impresionante puesta en escena de luces que ambientaban el momento, mientras de fondo todos los asistentes coreaban a todo pulmon las canciones.
A medida que avanzaba el show, la audiencia se sumergió en un viaje a través de los mayores éxitos del artista. “SexyBack” desató la locura con su potente beat, mientras que “My Love” envolvió a la multitud en una atmósfera de sensualidad y ritmo. La banda y los bailarines que lo acompañaban ofrecieron una coreografía impecable, elevando la presentación a otro nivel. La química entre Timberlake y su equipo quedó en evidencia en cada movimiento sincronizado, demostrando un espectáculo cuidadosamente elaborado.

Uno de los momentos más emotivos de la noche llegó cuando agradeció a cada uno de los asistentes, emocionándose hasta las lágrimas, creando una conexión íntima con el público, que en su mayoría eran adultos jóvenes, pero también se presenció una gran cantidad de adolescentes que se unían a cada obacion. Timberlake, visiblemente emocionado, se detuvo a escuchar el eco de miles de voces que entonaban su nombre.
El espectáculo no solo fue un derroche de energía y baile, sino también de talento instrumental. En “Suit & Tie”, Timberlake transportó a la audiencia a una elegante fiesta de jazz y R&B, con una impecable sección de vientos que agregó un toque sofisticado al show. “Can’t Stop the Feeling!” llegó en el momento justo para hacer saltar a todo el Parque Cerrillos, convirtiendo el festival en una fiesta desbordante de alegría y entusiasmo.
Justin no solo ofreció un concierto, sino una experiencia completa donde la música, la nostalgia y la innovación se fusionaron en un espectáculo inolvidable. Su paso por primera vez en Chile fue un rotundo éxito, y su presentación quedará en la memoria de quienes tuvieron la suerte de presenciarlo. Con su carisma intacto y su inigualable talento, Timberlake demostró que sigue siendo un icono del pop moderno, cerrando la segunda jornada del festival de la mejor manera posible.

Por Javiera Gómez Díaz.
Fotografías gentileza Lotus/Lollapalooza Chile 2025.