[Estuvimos] Abyssal Fest vol.1: Un largo viaje psicodélico

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Es innegable que la escena chilena alternativa está cada vez más efervescente. La cantidad de bandas que han salido en los últimos años ha sido enorme y los espacios para que estos artistas tengan una posibilidad de mostrar su obra son cada vez mayores. El pasado viernes 31 de mayo fuimos parte de uno de estos espacios. La Cocina Clandestina se llenó de buena música y un grato ambiente de camaradería junto a un respeto mutuo que pareció ser la regla de la velada.

Vitalia, ansiado debut

Tocar por primera vez en vivo es siempre un desafío. Las ansias se notaban en una banda que tenía como misión abrir este primer volumen del festival. Sin duda que había mucho por demostrar, pues las primeras impresiones son vitales para enganchar con tu público. El breve vistazo que nos dieron de su propuesta fue uno que nos dejó conformes, aunque no exento de pequeños desperfectos en la mezcla de sonido que se reflejaban en la saturación del micrófono principal, nada grave.

Sin embargo, les aplaudo la concentración que mostraron pues esto no los distrajo en ningún momento. Supieron mantenerse firmes y sólidos para tocar piezas como Ahí Vamos, Aliento y Telepe, canciones que, para quienes se las perdieron, podrán disfrutar el 4 de julio en Casa Acústica. Fue un grato tentempié de lo que será Vitalia en un futuro esperemos que no muy lejano, gracias a un sonido alternativo que me atrevería a catalogar como cautivador y etéreo.

Rey Mosca, stoner y sicodelia a tope

Seré franco, no había oído hablar de esta banda y la verdad es que fue una grata sorpresa. A las 22:00 partieron de manera contundente con una buena performance marcada por un sonido sucio y setentero. Su stoner heavy psych, como ellos mismo lo han denominado, fue inmediatamente atrapante y demoledor a medida que avanzaban sus canciones. En momentos nos transportaban por arpegios de guitarra con aura egipcia marcados por la suciedad que el bajo desplegaba en el fondo.

Vacío fue de esos viajes instrumentales que son una genialidad y que te pasean por diversos paisajes psicodélicos. Mientras que Sol del Tiempo era calmada pero sumamente contundente y pesada. Además, tocaron una canción inédita que esperemos poder conocer pronto. Aunque quedé con ganas de seguir escuchándolos, debo destacar que su presentación fue un viaje total por los diversos rincones que tiene su propuesta. Sin duda que este cuarteto proveniente de Buin tiene un gran futuro. 

Flores Silvestres, sonidos introspectivos

El momento más calmo de la noche llegaría con este trio Santiaguino que ya goza de un amplio camino recorrido. Con actualmente 3 discos, la banda mostraba la experiencia arriba del escenario que han ganado durante estos años gracias a una cautivadora propuesta que se sentía un tanto más directa y mucho más armoniosa. Era un espacio de calma que nos transportaba por lo mejor del dream pop, el rock espacial con ciertos toques de folk.

Con su nuevo álbum bajo el brazo, estrenado prácticamente ese mismo día en las plataformas digitales, podemos decir firmemente que la agrupación muestra un estado de salud creativo impecable. Así se sintió en el estreno de canciones como La Flor que nos daba una vista de lo que han creado para el recién estrenado Momentos Subterráneos. Y cuando más acelerados se tornaban, era inevitable no pensar en proyectos como el de los británicos de Esben and The Witch, sobre todo por la apagada pero tan cautivante voz de Valentina Briceño. Una maravilla.

Astromelia, navegando la oscuridad espacial

Ya adentrados en la madrugada y para finalizar por todo lo alto la jornada, Astromelia entraba entre diversas muestras de cariño de amigos y fanáticos que los esperaban. Y no es para menos si debían darle un cierre digno a esta especial jornada que ellos mismos crearon. Es por esto que de inmediato Alexis, su guitarrista, comenzó a sacarle una cantidad increíble de sonidos a su guitarra.

El aura que desprendieron fue brutal en todo momento, tanto que incluso se comía un poco a la voz, pero esto rápidamente quedaba en segundo plano con el frenetismo que alcanzaron en alguna de sus canciones, como Lighthouse, sumamente interesantes de vivir. También hubo espacios para segmentos cargados de space rock como en Abyssal, pieza al más puro estilo de bandas como Sleep. Destaco mucho la originalidad de usar las pastillas de la guitarra como micrófonos para ayudar a la inmersión de este viaje espacial.

Como era de esperarse sucumbieron ante los gritos para tocar una canción más, y así cumplieron con una ejecución buena pese a la poca practica que el propio trio confesó. Un final movido y que nos da una buena vista de este proyecto que, pese a llevar poco tiempo, se les nota una gran confianza arriba del escenario.

En conclusión, quizás el único reparo que le puedo hacer a esta buena jornada es su horario, pues para un festival que se extendió por aproximadamente 4 horas, iniciar a las 21:00 horas y terminar casi a las 1:00 fue algo un tanto agotador. Sin embargo, debo ser enfático en mencionar que la buena música que hubo ese día, junto a las interesantes propuestas underground que se lucieron en el escenario, hace que esto solo sean pequeños detalles que esperemos se corrijan para unas futuras versiones. Sigan así.

Escrito por Aarón Vergara

Fotografías @spacedaze__

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