La noche del domingo 12 de mayo, fue la primera vez que Danna Paola realizaba un concierto en el Movistar Arena de Chile. El concierto una experiencia única que fusionó música, baile y un mensaje de empoderamiento y amor. Desde el momento en que las luces iluminaron el escenario, hasta que el telón cayó al final, el público fue transportado a un mundo de energía y emoción.
La cantante es reconocida por su voz cautivadora y su compromiso con la inclusión y el amor propio, demostró una vez más por qué es una de las artistas más queridas de su país natal México, y en Latinoamérica. Con tres cambios de vestuario impactantes y un elenco de bailarines talentosos, el espectáculo no solo fue auditivamente impresionante, sino que visualmente también.
Uno de los momentos más destacados fue durante la interpretación de “1trago”, cuando Danna invitó a un afortunado fan al escenario para compartir un momento único, en dónde con una botella de tequila llenó la boca del fan. Este gesto no solo demostró su cercanía con sus seguidores, sino también su espontaneidad y alegría en el escenario.
En la presentación de la canción “Sugar Mami”, en la que colabora con nuestra cantante nacional Denise Rosenthal, Danna hizo notar su ausencia, “¿Dónde estás amiga, por qué no estas cantando aquí conmigo?”, gritaba la cantante mientras presentaba la canción.
La presencia de Danna como defensora de la comunidad LGBTQ+ se hizo evidente a lo largo del concierto, no solo a través de sus palabras, sino también a través de su actitud inclusiva y respetuosa hacia todos los presentes. Las coreografías elaboradas y las distintas formas de iluminación dieron al espectáculo una sensación de espectacularidad y teatralidad que cautivó al público, a veces recordando la estética de un show de transformistas con sus movimientos elegantes, presencia de abanicos y gestos expresivos.
Sin duda “Danna L¡ve” es un show que te cautivará. La cantante tiene un desplante escénico completo, siempre está conectada con su público, leyendo carteles y preguntando si están disfrutando del concierto.
El recital fue más que un simple espectáculo musical; fue una experiencia que celebró la diversidad, el amor propio y la libertad de expresión. Una noche que quedará grabada en la memoria de todos los asistentes como un recordatorio de que, en palabras de Danna, “el amor es amor”, “hay que ir a terapia y alejarse de lo que nos daña”, y que cada uno tiene el poder de ser quien realmente es y perseguir sus sueños con valentía y determinación.
Te dejamos la galería fotográfica de la jornada.
Escrito por Karen Vilches.
Fotografías por Julio Pino Águila.