La tarde del día sábado 11 de noviembre del 2023 será recordada como una jornada donde el portal del infierno nuevamente se abrió en Santiago de Chile. Desde la lejana Suecia nos visitaba Dismember, los cuales con formación original, nos traían una serie de éxitos que aseguraba una sola cosa: patear cráneos.
Con un público entusiasta, los nacionales Nefastor sin tapujos sale al escenario, irradiando una juventud que hizo despertar a los presentes de inmediato. La agrupación que se fundó el año 2019, acaparó las miradas por su desplante en escena digno de una banda ya con años en el camino, emulando sus integrantes a estrellas de talla mundial en cuanto a su puesta en la tarima, provocando revuelta por parte de su vocalista, quien maldijo a quien se le cruzara en su camino.
Siendo las 20:00 horas y con recinto a media capacidad, Necrodemon llega directo de Arica, la tierra del sol y doblega mediante riffs pesados y fuego en la tarima una energía que solo la experiencia logra mostrar. Teniendo el público en sus manos, los nacionales repasan de forma voraz su discografía imponente, potente y sin tapujos, dejando ver que en realidad el Metal jamás se fue, sino qué hay que saber encontrarlo. Que muera el perro Jesús catapulto la fé.
El ambiente esta dispuesto. Con un Teatro Cariola a tope, Dismember aparece con una breve intro que no fue capaz de contener la euforia de la multitud. Y como el lugar ya estaba contenido, On Fire cae como anillo al dedo, acompañado del mismo fuego de su pirotecnia con recurso escénico. Fleshless nos da una vuelta al año 1993, en pleno apogeo de su carrera y de su disco Indecent & Obscene, donde nos hiere de la misma o peor nuestras mentes, tal y como se ve en su portada. Los golpes de Fred en bateria son mortales, haciendo que las paredes retumben en cada baquetazo en la caja y los toms. Tanto afuera y mas adentro, el golpe de sonido crudo que nos mostraba Dismember fue auspiciado también por su clásico renegado y censurado por mentes conservadoras Skin Her Alive, el cual no midió en nada su potencia y desato ya una locura que estaba entregada entre los asistentes.
Momento de mantener la tensión, Dreaming In Red con su arpegios calmados les da la palabra a un estupendo Matti, quien a pesar de los años mantiene vivo el espíritu fuerte y al hueso de lo que significa el Death Metal. Casket Garden también nos dio una vuelta décadas pasadas, particularmente al año 1996, siendo esta pieza mas pausada y estricta en tiempos pero no menos intensa que las otras. Luego de Life-Another Shape Of Sorrow del mismo disco, tal como este le da el final al magno concierto que presenciamos. Característico de su introducción casi orquestada, le da el paso a un sin fin de paredes y capas de riffs del mas alto calibre, todo bien para darle un punto final a modo de ultima ceremonia católica. Como el público estuvo mas que satisfecho, no pudo ser menor Dismember en entregarnos otra joya de su discografía y esa elegida fue Bleed For Me, tercer track de su debut que le da ese toque de las viejas glorias que tanto se necesitaba. Dismember volvió con su agrupación original directamente desde Suecia y exclusivamente a nosotras y nosotros, donde pudimos una vez mas deleitarnos con melodías que hacen que te vuelen la cabeza sin tener un arma alguna.
Reseña por H.
Fotografía gentileza Chargola Producciones, fotógrafo Ruben Garate. @brutal_pebre_.
