Cuando supe que Caliban volvería a pisar suelo chileno el próximo 2 de diciembre en la Sala Metrónomo, sentí una nostalgia genuina. No solo porque su regreso genera recuerdos (después de más de una década sin visitarnos), sino porque esta es una oportunidad para reconectar con una de las bandas más sólidas, honestas y perseverantes del metalcore europeo.

Caliban se formó en Hattingen, Alemania, allá por 1997, bajo el nombre original de Never Again. Si bien fueron siendo involucrados en la escena hardcore, pronto cristalizaría su identidad metalcore, ese cruce fino entre hardcore, death metal melodico, breakdowns y guturales.

Desde sus primeros pasos, lanzaron un EP en 1998 y comenzaron a moverse por Europa, tocando con bandas de hardcore como Morning Again, Earth Crisis y CroMags. Su primer disco largo, A Small Boy and a Grey Heaven (1999), ya mostró su carácter: riffs pesados, voces desgarradas, y una mezcla de influencias (ellos mismos los han descrito como una combinación de Slayer, Poison the Well y Hatebreed).

A lo largo de los años, han construido una discografía extensa y sólida: Vent (2001), Shadow Hearts (2002), The Opposite From Within (2004), The Undying Darkness (2006), hasta trabajos más recientes como Dystopia (2022) o su más reciente álbum, Back From Hell, que salió en abril de 2025.
Lo que me impresiona de Caliban después de tantos años no es solo su persistencia, sino su capacidad para renovarse sin traicionarse. No se han
quedado atrapados en repetir fórmulas; han explorado distintos sonidos, incluso reinterpretando su propio legado.
Como en el álbum Zeitgeister , la banda rehízo canciones clásicas, pero cantadas en alemán. Hay algo profundamente íntimo en eso: rescatar su pasado y al mismo tiempo fusionarlo con una nueva identidad más personal.

En Back From Hell, se nota una madurez emocional importante. El disco mezcla riffs pesados, voces guturales y melodías atmosféricas, y aborda temas como la lucha interna, la resiliencia, el dolor existencial. Además, colaboran con nuevos referentes del metal, como Joe Badolato (Fit For An Autopsy) o Jonny McBee (The Browning), lo que demuestra que Caliban no tiene miedo de incursionar por nuevos caminos.
Este impulso de renovación demuestra que no están haciendo esto solo por nostalgia o por encajar en un molde viejo: realmente quieren seguir siendo relevantes y emocionar.
Para quienes hemos seguido el metalcore durante décadas, Caliban no es una banda cualquiera. Son parte de esa generación fundacional que ayudó a definir cómo suena el metalcore europeo. Su consistencia, su ética de trabajo y su integridad musical los han convertido en referentes. Han compartido escenario con pesos pesados, han sido respetados por sus pares, y han sabido combinar agresividad con mensaje y melodía con brutalidad, sin caer en la trampa de
volverse puramente melódicos o demasiado técnicos sin alma.
Además, su discografía es un testimonio: no se han quedado en un solo subgénero. Han sabido abrazar su lado hardcore, su faceta más melódica, sus momentos más oscuros, y también sus ganas de experimentar.
Este concierto en diciembre es especialmente significativo porque Caliban regresa a Chile después de 15 años. Su anterior visita fue en mayo de 2007, cuando tocaron en el histórico Galpón Víctor Jara, un momento para muchos fanáticos que hoy ya son veteranos del metalcore.
Imagino la mezcla de emoción entre quienes los vimos entonces y los nuevos fanáticos que crecieron escuchando sus discos después. Es un reencuentro generacional, un puente entre el pasado y el presente.
Sabiendo cómo es Caliban en vivo ,y con la madurez que traen encima, este show podría ser una experiencia muy especial por varias razones.
No espero que solo toquen sus clásicos. Con el lanzamiento reciente de Back From Hell, es probable que interpretarán canciones nuevas, pero también podrían rescatar temas de su catálogo antiguo, especialmente ahora que reconocen su legado de forma tan consciente.
Revivir momentos llenos de nostalgia, sumarle un catalogo renovado de hits, y esperar breakdown tras breakdown como nos tienen acostumbrados, corear canciones emotivas son solo parte de lo que Caliban le ofrece a Sudamerica en su regreso, y es por eso que perderse un show así después de tantos años, es
imposible.
Caliban se estará presentando en la ya clásica Sala Metrónomo, lugar perfecto para poder disfrutar de un show de esta envergadura, donde la cercanía y la potencia generan el espacio perfecto para pasar una noche increíble para los nostálgicos del metalcore.

Nos vemos el próximo 02 de Diciembre
Tickets disponibles via Passline