Por primera vez en la escena del desacato en nuestro país, “The Damned”, los padres del punk arrasaron en su debut.

Un espectáculo lleno de energía y caos en Santiago, Blondie. La legendaria banda británica debutó en Chile ayer, y no decepcionaron. En una noche cargada de adrenalina, los fanáticos vibraron con la irreverencia y la energía desbordante que solo un show de punk puede ofrecer.

La clásica discoteque/venue del centro de Santiago, espacio que, aunque más pequeño que los grandes recintos de la ciudad, resultó el lugar perfecto para que The Damned entregaran su crudo y feroz sonido. Tanto así para desatar un posterior maremoto de fans que entró al local casi a la mitad del show de los londinenses.

La velada comenzó con los nacionales de Mono Modo, banda que tan solo lleva dos años en la escena pero si que promete con su sólido material.

Desde que las luces se apagaron, se sintió la tensión en el aire. La banda subió al escenario y, con una rapidez arrolladora, arrancaron con Love Song, una de sus piezas más emblemáticas que datan del año 79. Estableciendo el tono para lo que sería una noche de pura intensidad punk. La velocidad de las guitarras y el ritmo clave de la batería dejaron claro que The Damned estaban ahí para demostrar que el punk no está muerto.

A lo largo del show, The Damned recorrió lo mejor de su discografía. Los fans disfrutaron de clásicos como Ignite, Born to Kill o Dr. Jekyll and Mr. Hyde, pero también hubo espacio para algunos covers a otros grandes artistas de UK. Sin duda la “casi” formación original del cuarteto muestra que la banda sigue profesando el sentimiento vándalo característico.

Como era de esperar, la atmósfera en el recinto fue un torbellino de frenetismo y pasión. Los fanáticos, en su mayoría de la vieja escuela pero también con un buen número de fieles, que no dejaron de moverse ni un segundo. Hubo una mezcla de caos, alegría y emoción mientras los asistentes se entregaban por completo en cada clásico tocado.

La banda no solo ofreció música, sino que se mostró cercana con sus seguidores. Dave Vanian, el carismático vocalista, se mostró enérgico y juguetón, a menudo interactuando con la multitud. “¡Chile, son increíbles!”, exclamó Vanian, mientras el público respondía con gritos y aplausos.

El clímax llegó con Smash It Up, que estalló en una explosión de sonido y furia. El mosh se desbordó, las manos alzadas llenaron el aire cuando la banda terminó su set.

The Damned probaron una vez más por qué son una de las bandas más influyentes y queridas del punk mundial. El regreso a Chile fue una muestra de su energía inmortal, y aunque la noche pasó volando, los recuerdos de este concierto quedarán grabados en la memoria de todos los que estuvieron allí, The Damned siguen siendo los embajadores de ese caos sonoro que no se quiere ir.

Te dejamos la galería fotográfica de la jornada.

Por Joaquín Espinoza Gutierrez.

Fotografías por Victor Huenante.