Conversamos de manera extensa y amena con el músico nacional Cristóbal Briceño, temas como el regreso de los Fother Muckers, sobre su proceso creativo, de su nueva faceta como director en la película Bremen y por sobretodo, de su propuesta como músico. Te invitamos a conocer más de este multifacético y prolífico artista en la siguiente entrevista.

¡Hola Cristóbal! Primero que todo agradecerte por tu tiempo para conversar conmigo para Cool Music. Quisiera partir preguntándote ¿Cómo estás?

De nada Vanessa, me gusta comunicarme. En respuesta a tu pregunta: muy confundido.

Como todo fin de año, se me apilan los deberes y no sé bien por donde agarrar.

Estamos en las mismas. Hay mucho que hacer en muy poco tiempo… pero dentro de esa confusión tenemos una certeza importante, y no puedo dejar de preguntarte por la última gran noticia… un sold out en Sala Metrónomo. Las entradas se agotaron en menos de 4 días, los Fother Muckers volvieron con todo ¿Cómo lo vives tú, la banda?

Bien, con mucha tranquilidad. La verdad es que cuando se nos ocurrió tocar el disco entero ya sabíamos que sería una idea bien recibida por el público. Les encanta la nostalgia. Y es reconfortante saber que lo que hicimos hace más de 15 años todavía resuene en alguien.

Así es, tienen una fanaticada increíble que se vió en Paraíso Pop, donde estuvieron fantásticos ¿Cómo vives el paso del tiempo de tu música, ya sea en bandas como con tu proyecto solista?

Creo que se sostiene, algunas cosas mejor que otras. Pero hago todo lo posible por no escuchar mi trabajo, soy muy autoflagelante.

Como ciertos actores que rehúsan de mirar sus películas por su autoexigencia, por ejemplo.

Puede ser autoexigencia o sencillamente pudor.

¿Crees que el pudor tiene que ver porque uno es muy vulnerable en este contexto?

Creo que los exhibicionistas somos muy pudorosos a la vez, tú sabes cómo funcionan los impulsos, en contradicción.

Te doy la razón.

Quisiera preguntarte por tu proceso creativo ¿Qué viene primero… el huevo o la gallina? ¿La melodía, la música, la letra? ¿Cuándo sabes que una canción, un álbum está listo?

No sé si tengo método, porque una canción puede fabricarse de un montón de maneras distintas. Para capturarlas y armarlas me valgo de diversas herramientas. Hace casi 20 años que uso libretas, donde voy anotando información, comentarios y observaciones. Deben andar por ahí, dentro de cajas, algo así como cien libretas, porque en promedio lleno cuatro o cinco al año. Luego, también desde siempre he usado grabadoras de mano. Antes eran esos clásicos reproductores mp3, ahora uso una Sony chiquitita como de periodista, aunque ahora los periodistas usan el celular. Con ella grabo todas mis ideas musicales, por ejemplo si estoy viendo un partido con la guitarra, voy divagando ideas musicales y de repente sale algo interesante, entonces lo grabo. Al mismo tiempo, voy transcribiendo, digitalizando mis libretas y también guardando mis ideas musicales en un archivo de carpetas muy ordenado dentro de mi computador. Y así van juntándose letra y música. Pero también puede pasar que un tema salga entero de un tirón, como te digo, no tengo un método. Lo que sí tengo es gusto. Un gusto muy definido desde siempre y afilado por el tiempo.

Que lindo trabajo, tan nostálgico, propio y artesanal

No fue planeado. Eso lo justifica.

Si le ponemos nombre a ese gusto ¿Cómo se llamaría?

Weá mía. Me gusta esa expresión.

Está para nombre de algún nuevo álbum

Y hablando de crear, de lo mucho que utilizas tus libretas, de tus múltiples creaciones -quien te sigue sabe lo creativo, activo y vigente que eres- ¿llevas la cuenta de tus trabajos musicales?

No.

Lo intuía.

Tu trabajo solita es amplio, con bandas es variado, cumbias, rock, incluso eres parte de una banda trasandina ¿Cómo te defines/describes cómo músico? y ¿Cómo defines/describes tu música?

Mmhh… Creo que como músico soy una especie de recopilador. Definitivamente no me siento un vanguardista, no porque no quiera, sino porque no me nace. Creo que mi manera de ser original, si es que lo soy, tiene más que ver con ir a los orígenes que con alejarme deliberadamente de la tradición. Me acordé de una frase de Neruda, no digo que aplique para mí, pero es muy bonita. “Si ustedes me preguntan qué es mi poesía debo decirles: no sé; pero si le preguntan a mi poesía, ella les dirá quién soy yo.” Es bonita, ¿cierto?

En cuanto a la segmentación de la música popular, yo reconozco cuatro tipos. La de buena y la de mala calidad. Y luego la que me gusta y la que no.

Puedo añadir que no toda la música popular de buena calidad me gusta.

Toda la razón. Muy bonita frase.

Creo que esta pregunta es muy trillada, pero me encantaría saber la respuesta: si no fueras músico ¿A qué te dedicarías?

Me gustaría ser locutor.

Y ¿Por qué?

Buena pregunta. No sé, simplemente me gusta y creo que tengo una voz versátil que puede servir. Además que me permitiría un estilo de vida como el que prefiero: relajado.

Hablando de relajado, la siguiente pregunta tiene que ver con todo lo contrario. Con la vida en giras. ¿Qué es lo que rescatas de cada una de ellas? ¿Qué es lo mejor y peor para ti al estar en tour?

Es que la verdad nunca he estado en una gira real. Eso es para las superestrellas mundiales. Nosotros no podemos tocar un lunes, por ejemplo. Lo mío son las giras de fin de semana. Yo puedo llegar a tocar 40, 50 veces al año. Pero siempre tendré mis días semanales para mi familia y mi rancho.

Tienes una canción en tu álbum AURORA, ‘’decirme nada’’, que tiene una interesante reflexión sobre la pregunta continua y contradictoria de separar o no al artista de su arte ¿Crees que es esto posible? ¿Te separas en ocasiones de tu arte?

En esa canción dejo la opinión que he macerado, que es que sí se puede separar, siempre y cuando la obra sea una falsificación o, como digo en la canción, una mierda. En fin, no quiero ser redundante, en el recitado de esa canción desarrollo mi opinión. Y aunque las opiniones pueden cambiar, de momento pienso que el trabajo bien hecho y beneficioso forma parte y es expresión verdadera de quien lo ejecuta. Y no me refiero solamente al arte, que difícilmente puedo llamarlo trabajo, sino a cualquier trabajo, un jardín bien cuidado por ejemplo. Por sus frutos los conocerás.Yo cuido de no separarme de mi obra, por el contrario, me vierto en ella, creo que nos conviene a ambos.

¡Bremen, la película! Dirigiendo un largometraje ¿Cómo fue tu experiencia como director?

Bastante horrible. Creo que con todo el equipo pagamos el noviciado y nos dimos mil porrazos de principiantes, que espero me sirvan para futuras oportunidades, si las hay. Una película es muchísimo más difícil que un disco. Y por ahora mucho menos gratificante.

¿Qué es lo mejor de hacer música, y bueno, cine también, con amigos?

Es que eso para mí es una condición. No puedo trabajar con alguien a quien no considere mi amigo. Y si lo he hecho, no ha resultado. Se sufre y las cosas no salen con la naturalidad deseable. Es uno de los muchos privilegios que me puedo dar: elegir a mis compañeros. Y para mí lo primero es la afinidad, reírnos juntos, disfrutar de la mutua compañía. Me he dado cuenta que yo trabajo con todos mis amigos. Y cuando dejamos de trabajar juntos la amistad se enfría. Porque, y acá va otro privilegio, para mí el trabajo es un juego. Y mi manera de ser amistoso es a través del juego activo y productivo.

Las dos últimas preguntas…

¿Podemos soñar con un regreso de Ases Falsos?

Por suerte los sueños no tienen reglamento ni imposibles.

¿Qué podemos esperar para el próximo año?

¡Seguro no el regreso de Ases Falsos!

¡Jajaja! ¡Muchas gracias Cristóbal!

De nada Vanessa, gracias a ti, fue un placer.

Por Vanessa Vidal Durán.

Fotografías por Ramón Vásquez.