El joven cantautor de Concepción indaga en los sonidos y la energía del rock, a través de una mirada crítica y sensible del acontecer político

Producida por Nicolás Moreno (Jirafa Ardiendo, Oh Margot!, Serkimono), “Si su impunidad termina en mí” explora una nueva faceta en el compositor. Un formato rockero y directo, que contrasta con el folk de su álbum debut Despertar el Hambre (2018). Como a tantos otros músicos y artistas chilenos, el estallido social que comenzó en octubre del año pasado conmovió profundamente a este músico independiente nacido en Concepción. Su más reciente single es la primera de una serie de composiciones surgidas en este período y su videoclip ya se encuentra disponible a través de Youtube.

“Si su impunidad termina en mí” tal como señala su título, trata acerca de la impunidad que asoma tras los atropellos a los derechos humanos perpetrados por agentes del estado durante la revuelta “cuando se empezaron a conocer las agresiones sexuales, las mutilaciones, un montón de videos donde se veía la brutalidad de los pacos, me quedó rondando la idea de repetición, de una cierta tradición macabra contra el pueblo. En eso tuvo harto que ver mi amigo Cris, con el que colaboró por primera vez en la composición de una canción. Él es profe de historia y cronista, compartió un montón de reflexiones durante el estallido y ahí estaba su punto de vista de profe, de los procesos, de los ciclos“.

El caso de Gustavo Gatica, el joven que quedó ciego tras la agresión de carabineros en medio de una manifestación en los alrededores de plaza de la dignidad en noviembre del año pasado marca la dirección de la composición “ya venía con una idea vaga pero cuando Gustavo, desde la clínica, dice lo que dice, me conmovió de una forma brutal. Es que declarar algo tan bello después de una tragedia tan horrible…. Escribí este tema inspirado en sus palabras”.

La canción cuenta con la colaboración de Cristofer Rodríguez en voz y guitarra eléctrica, además de ser él quien pronuncia un discurso en el clímax del sencillo “Era importante impregnar de la energía y adrenalina a la canción, por eso el rock salió como algo natural y espontáneo, no podía ser de otra manera. Había rabia y sentimiento de impotencia e injusticia, pero también un afán consciente de que el correlato textual y musical tuvieran sentido. Por eso no es solo rock, sino que un rock muy chileno, donde la guitarra acústica y el ritmo clásico del rock de acá no desaparecen nunca. Hay una lectura histórica en eso”.